sábado, 26 de diciembre de 2009

MALDITO MONO CULPABLE!

La culpa la tuvo ese torpe mono que por curioso y acaparador tomó dos leños y los frotó hasta hacer fuego. Ese mismo que luego hizo lanzas afilando palos para cazar y pasar de ser un mono herbívoro a un vil animal omnívoro codicioso y pendenciero.
Quien decidió ponerse los cueros de otras especies encima por querer más calor que el que sus pelos, el sol y la sabia naturaleza le daban.

Los cueros se convirtieron en ropas y con su roce prescindió de sus pelos. El fuego en electricidad y abasteció ciudades que él mismo creó. Al verlas mucho más “top” que las cuevas que antes habitaba. Ciudades; con árboles de luces verdes, amarillas y rojas, intermitentes, en cada esquina, que controlan el tráfico de unos bichos de metal a los que parió por no aceptar la velocidad de sus piernas; que le era natural.


Un día, mucho antes de esto, olió una rosa y le gustó más que su propio aroma. Es así como se dedicó a extraer las esencias del mundo para tapar su fragancia. Que hoy no es fragancia sino un asqueroso hedor, en estos tiempos en los que ya el mono humano no sabe cuál es su propio olor. ¿Acaso no es triste que nos de asco lo que nos tendría que excitar y reconocer como especie...?

Todos los animales se conocen por sus olores. Copulan por el olor del celo, que dicho más burdamente, es el olor a concha y el olor a pija. Y si hoy a mí o a cualquiera nos ponen una concha salpicada con flujo, sin maquillajes, ni disfraces, ni paso de "depileidys", ni ceras, ni toallitas diarias en nuestras narices; se nos revuelve el estómago y vomitamos hasta el hartazgo. Lejos de lanzar comida y flemas en cada arcada expulsamos ese instinto animal que nos extirparon y nunca tendríamos que haber perdido.

No por nada hay atacados de pánico, esquizofrénicos, bipolares, depresivos, trastornados, asesinos, psicópatas, ladrones, inadaptados, marginales, desquiciados, internos encerrados, escritores, adictos, artistas, vagabundos, bohemios… y tantos otros monos que están mucho más cerca de la verdad que de esta gran matriz de cemento en la que nos obligan a sobrevivir sin nuestros sexos, nuestros pelos, nuestros olores y creándonos falsas ambiciones que no existen más que en las tristes cabezas de (nosotros) los animales pensantes… ¡¡AL CARAJO CON ESE MALDITO MONO CULPABLE QUE TOMO ESOS DOS LEÑOS Y LOS FROTO HASTA DAR LUMBRE!!...





:::TRIPACIO EL PROXETETA:::

1 comentario:

  1. Muy buen texto amigo, aunque disiento en algunos puntos de vista de la expuesta opinión. El progreso y la evolución no son malos, pero la idea de hombre fue modificándose y en función de cada idea también los valores y costumbres. No parece necesario desde tu punto de vista que esto fuera así, pero todos y cada uno de esos cambios tiene un sin fin de motivos histórico-sociales. Aun así adhiero a su maldición amigo,maldito sea...
    UN GUSTO QUE HAYAS VUELTO
    SE TE EXTRAÑABA
    BESOSSS

    ResponderEliminar