En estos momentos nada es claro. Quizás sea la noche, lo hinchado de mis encías o todo lo que se esforzó mi cerebro, durante el día de hoy, en mantener semejante fantochada.
Soy actor y director de una obra caníbal que es mi vida. Que no es vida sino ficción, mi ficción. Yo manejo el entorno, soy el titiritero que mueve los hilos. Cual gigante Gulliver accionando enanas marionetas para que se revelen contra el.
A veces todo se confunde. Eso que parecía tan real pasa a ser una superflua luz oscura. Y aquello que empezó como un juego convirtiose en un monstruo dentado que come asquerosamente las dimensiones de mi realidad.
Quizás sea bueno ir a por algo de sustancias para saciar esta puta crisis existencial. Pero no lo haré. Hace rato no lo hago y me quema en la piel el terror que me produce solo pensarlo. Antes me picaba la nariz, hoy día el corazón...
Pero lo que mas me molesta son mis hinchadas encías. Como globos,testículos inactivos y cargados a punto de explotar.
Toda la ira se concentra en mi boca. Cuanto quisiera se transforme en volcán. Quisiera, ojala, erupcione y se lleve el resto. Auque sea por esta noche; me aliviaría y podría dormir en paz.
El sueño no es muerte, nunca es eterno, pero mientras uno duerme esta en la eternidad.
Si pudiera cerrar los ojos y desaparecer entre ronquidos al menos hasta la mañana. Cinco rehabilitantes horas. Pero la pastillita no hace su efecto y mis encías siguen creciendo. Es aquella misma sensación que tuve leyendo un cuento de tan niño. Nunca fugaz. Siempre se fue para volver cada vez que camino al borde de la línea. Y eso que ya no me meto líneas.
No hace falta cocaína para que la mandíbula se transforme en una carreta que incontrolable cae en picada por la empinada pendiente de la locura. Tampoco me hizo falta a los 8 años leyendo aquella historia. Caminando al borde de la línea los mambos son tan gratis y tan tortuosos. Es que ahora lo que pica es el corazón…y…la nariz?... Donde la deje?... quien sabe…






:::Tripacio el Proxeteta:::